Derivado de la situación actual, muchas de nuestras actividades han sido modificadas o bien reemplazadas.
El confinamiento ha tenido considerables cambios desde el visitar a nuestros amigos, dejar de ver a nuestros familiares, modificar nuestro sistema de trabajo hasta las compras que se realizaban para nuestro consumo diario. En unas cuantas semanas nuestro mundo se ha transformado radicalmente abriendo una posibilidad diferente de interactuar; esa transformación tiene que ver con las actividades que realizamos con ayuda de la Internet.
En gran medida, todos tenemos la necesidad de hacer uso de la red para cumplir con nuestras necesidades o simplemente satisfacerlas, siendo que hoy es tan fácil acceder a ellas (Apps) desde nuestros teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras personales.
La tecnología hizo una estrecha comunicación con nuestros seres queridos y gran parte de personas que ahora se volvieron nuestros distribuidores de necesidades. Familias enteras han tenido que modificar sus actividades diarias y/o cambiar el giro hasta de sus propias empresas.
De hecho, con el confinamiento han comenzado a aparecer términos extraños. Como “Zumping” palabra que define las rupturas sentimentales a través de videollamadas; o el “Ghosting” que consiste en terminar una relación afectiva cortando todo contacto con la persona en cuestión y sin darle ninguna explicación. Por otro lado los “Streamings” persona que transmite en vivo o grabado contenido como podcast, webcast o películas, “influencers” de algún modo, ha logrado destacar en los canales digitales, especialmente en las redes sociales, como Facebook o Instagram, así como en plataformas de vídeo como YouTube. Los adolescentes son los más vulnerables en este tipo de prácticas y como padres de familia debemos estar atentos a lo que visitan en la Web.
Las redes sociales juegan un papel clave en el actual mundo digital, ya que han modificado la forma en que planificamos, interactuamos e, incluso, disfrutamos de nuestras vidas. Son múltiples las ventajas de las redes sociales en educación.
El sector educativo no puede quedarse al margen de las transformaciones digitales, con lo que, poco a poco, va incorporando cambios que se traducen en el uso de aplicaciones por parte de docentes y alumnos para la gestión de tareas, “clases online”.
Si es bien sabido, la educación siempre ha estado en desventaja. Miles de niños de escuelas públicas no han tenido la oportunidad de tener este acceso a la educación virtual o a distancia, y ella siempre abrirá una brecha enorme que en algunos años se verá reflejada en desigualdad tecnológica, social y económica. Este retroceso tecnológico traerá carencia en oportunidades.
Mtra. Miriam M. Hernández Nocelo.
Excelente miss
ResponderBorrarestuvo muy interesante el texto por que se parece a nuestras vidas actual mente
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